En marzo de 1917 falleció el impresor Antonio Vanegas Arroyo. Al año siguiente su viuda y albacea, Carmen Rubí, hizo gestiones legales para continuar con el negocio bajo el nombre de Casa viuda de Vanegas Arroyo, casi al mismo tiempo que la viuda de Bouret. Después la editora se llamó Testamentaria de Antonio Vanegas Arroyo. Supuestamente en 1927 (sic, quizá sea 1921) publicaba el tabloide El Boletín: periódico dependiente del pueblo, especializado en "crímenes y escándalos sensacionales". Con motivo del aniversario del inicio de la Independencia de México, se dieron el lujo de publicar ¡el himno nacional en primera plana! y con ilustración estilo la Escuela de Artes y Oficios para Varones, digno de fines del siglo XIX.
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