Mostrando entradas con la etiqueta Homosexualidad. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Homosexualidad. Mostrar todas las entradas

sábado, 16 de mayo de 2020

MIGUEL BARBACHANO PONCE (1930-2020)

El pasado martes 12 falleció el cineasta, productor a lado de sus hermanos Manuel y Jorge, dramaturgo, novelista, crítico de cine y autor de El diario de José Toledo (Era, 2 de julio de 1964), una de las primeras novelas homosexuales escritas en México. Fue mi maestro en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, de la UNAM, y no sabía de su insólita obra protagonizada por un homosexual que se suicida en la colonia Asturias. 

miércoles, 31 de agosto de 2016

JOTI TOUR

Aldo Sánchez pidió a Alonso Hernández que realizará un "Joti Tour", que inició en la esquina de Argentina y Donceles, donde nos dio un desplegable  que contiene  una "Cronología mínima de la historia LGBTTTI en la ciudad de México",  desde 1373-1521 a 2015. 
Señalando al Templo Mayor comentó que los aztecas penalizaban la homosexualidad: empalando a los sodomitas y enterrando el cuerpo de los activos. Refirió que en el Palacio de los Marqueses del Apartado vivió de niño Ignacio de la Torre, futuro yerno gay de Porfirio Díaz. Luego señaló la azotea de la esquina, donde ubicó el estudio de "Las Chicas de Donceles", como se hicieron llamar Salvador Novo y Xavier Villaurrutia.
Después nos encaminó a la plaza de Santo Domingo. Señaló el Tribunal de la Inquisición, que quemó a sólo 60 homosexuales, cantidad muy baja en comparación de judios y anticatólicos que murieron en los tres quemaderos que hubo en la Nueva España. Comentó que en el edificio de los Portales de los Evangelustas, en 1906 fueron detenidos estudiantes en un baile. Por aquí (en el callejón de Palma) estuvo la redacción de El Chafirete, periódico antisindicalista donde Novo consiguió los mejores choferes y el director los jóvenes cobradores. 
Comentó que en el Templo de Santo Domingo últimamente se hacen misas para las victimas del sadomasoquismo de cuero negro y yo apunte que en un nicho estaban las cenizas de Luis Buñuel. En esas estábamos cuando Trump se reunía con Peña Nieto.

jueves, 26 de julio de 2012

CABARET 33

Ayer, de nuevo en la exposición Del rancho a la capital, vi una fotografía que no advertí el domingo 15 de este mes: la del Cabaret 33. Estaba seguro que tenía alguna información sobre este sitio gay. Estuve buscando la referencia en varios libros (desde luego que en el de Armando Jiménez) pero no encontré nada. 

Esta madrugada recordé que José Gómez Rosas, mejor conocido como El Hotentote, había realizado algunas pinturas para el 33. Y fue Jimenéz quien, en su casa de Tlalpan, me enseñó una pintura al estilo Picaso, creo que sobre cartulina, destinada al cabaret al que era asiduo El Hoten. La fotografía de la colección de El Estanquillo al parecer es de los años 30. Yo suponía que inició en los años cincuenta y que fue un bar, como lo dejé escrito en abril de 1997.




"Del rancho a la capital:  el cine mexicano de Carlos Monsiváis"
del miércoles 21 de diciembre de 2011 a julio de 2012
Museo del Estanquillo, Isabel La Católica número 26, Centro Histórico de la ciudad de México.

domingo, 2 de enero de 2011

LA TEHUANA (1914)

En 1914, durante el huertismo, el pintor aguascalentese Saturnino Herrán (1887-1918) pintó el óleo que se conoce como La tehuana, el cual fotografié en julio de 2009 en el Museo de Aguascalientes y que actualmente se encuentra en el Palacio de Bellas Artes.
La mujer que posa para Herrán es, según Fausto Ramírez, su esposa:

De entre el airón de los encajes surge el enérgico rostro de Rosario Arellano, con quien el artista se desposara en el propio año de 1914. Quizá por ello el cuadro produce una impresión de decidida vitalidad, como para contrarrestar el crepuscularismo que con harta frecuencia inspirara la producción de nuestro pintor. [1]

Avelina Lésper, en una lectura del cuadro, publicada en su blog y después en su columna del suplemento Laberinto, del diario Milenio, cree que el óleo es un "autorretrato" (!) :



Saturnino Herrán vestido de tehuana es una de las obras más logradas de la pintura mexicana, con colores brillantes, el cuerpo recargado de un lado para que el peso etéreo del ropón equilibre el espacio y adquiera el valor de un aura que envuelve la cabeza y el cuerpo, es descarado, juguetón, seductor. Nos mira con una risa delicada, nos reta de reojo, con su bigotito encima de una boca de labios carnosos. Muestra una de sus manos para que comprobemos que es él, larga, firme, grande. El pecho plano adornado con encajes y collares de cuentas. Herrán se ama como mujer y ve que es bello, que es deseable. [2]

Sala permanente de Saturnino Herrán
Museo de Aguascalientes
Zaragoza número 507, Centro Histórico
Ciudad de Aguascalientes, Aguascalientes

"Saturnino Herrán: Instante subjetivo",
del jueves 28 de octubre de 2010 al domingo 16 de enero de 2011.
Palacio de Bellas Artes
Ciudad de México, Centro Histórico



N O T A S 
1.- Texto que abre el libro Saturnino Herrán: jornadas de homenaje (UNAM, 1989), de venta en la librería de Bellas Artes a 100 pesos.

2.- “Autorretrato travestido”, Blog Avelina Lésper: crítica de arte, http://avelinalesper.blogspot.com/2011/01/autorretrato-travestido.html, sábado 1 de enero de 2011.

sábado, 17 de abril de 2010

MONSI



Hace la friolera de 30 años coincidí con Carlos Monsiváis -con quien colaboré esporádicamente en 1978 en La cultura en México, suplemento del semanario político Siempre !- en el número 35 de la revista Actualidades, editada por Olivetti Mexicana y dirigida por Claudio Landucci. Gloria Muñozcano me envío una copia de su texto para que lo ilustrara. Desde que leí el título, "¿No oyes llorar los cuadros?", comprendí la nítida y cruel parodia de uno de los cuentos de Juan Rulfo pero era algo más. El cuento narraba el viaje de dos matrimonios del provincia -salidos de los terruños rulfianos- a París, guiados por un tal Maic. En las últimas líneas, Iluminación Radilla, el bragado sombrerudo y esposo de Florentina, se le declara insólitamente al lánguido guía de turistas:
-
El truculento final -sorpresivo como una salida del clóset- describía los intereses particulares de Monsi, aún no biógrafo del travesti Xóchitl ni de Salvador Novo. Para realizar mis ilustraciones, a tinta china sobre papel, tomé como referencia el rostro de un zapatista que lo dibujé dos veces. Primero con la torre Eiffel y después -según recuerdo, porque no me regresaron los originales- sin esa estructura pero un corazoncito que llevaba con orgullo en su mejilla derecha.

Cuando me enviaron la publicación, fechada en noviembre de 1980, me di cuenta que la segunda ilustración había sido censurada. Habían optado por sustituirla con el negativo de la primera.

sábado, 27 de marzo de 2010

LOS 41, POSADA, RUGAMA

Este martes o miércoles llegó a mi manos el artículo “En el clóset: El baile de los 41”, que la periodista Guadalupe Loaeza publicó el 10 de enero del presente año en el suplemento El Ángel, del diario Reforma. Con motivo de las declaraciones homofóficas de Esteban Arce [1], la periodista evocó el baile homosexual que se celebró el 17 de noviembre del 1901 en una casa de la calle de La Paz, hoy Ezequiel Montes, por el rumbo del Monumento a la Revolución. Muchas líneas se apoyan en “Los 41 y la gran redada”, un texto de Carlos Monsiváis y una de sus variantes que ha publicado en diversas publicaciones y libros.


Loaeza identifica –siguiendo Monsiváis- al partícipe 42 como Ignacio de la Torre. Después se pregunta “quiénes más acudieron esa noche al baile de los 41”. Identifica a Antonio Adalid (descubierto por Salvador Novo en sus memorias La estatua de sal, publicada en forma póstuma en 1998), Jesús M. Rábago, Alejandro Redo de la Vega y “el Chato Rugama, un actor de teatro de revista”. Líneas más abajo apunta que este actor “tenía fama de ser ‘el lagartijo mejor vestido de México’ y que con los años fue considerado uno de los mejores imitadores de teatro”. Si uno acude al texto de Monsi se descubrirá que incluye a todos menos al Chato Rugama. ¿De dónde lo sacó Loaeza? De Wikipedia.

En la ya ahora indispensable Wikipedia [2] se transcriben líneas de la escueta ficha biográfica del actor cómico que aparece en e l Diccionario Porrúa. Pero se añade erróneamente que Cantinflas “pudo haber copiado su estilo”, lo cual no es cierto. Sin embargo, esta frase ha recorrido felizmente en internet. También se dice que fue amigo de De la Torre y fue un lagartijo. El Diccionario Porrúa desconoce su fecha de nacimiento pero Wikipedia asevera que el actor veracruzano nació en 1890. Es decir, tendría 11 años cuando se celebró el tan sonado baile. Entrevistado en 1920 Eduardo El Chato Rugama confesó que tenía 35 años, es decir, nació hacia 1885 [3]. En 1901 tendría 16 años de edad. ¿Pudo haber participado en el baile de los 41? Desde luego que no. El Popular y otros periódicos de la época no señalan que fueran encontrados menores de edad. Se habla de la rifa de un “Pepito”. El rostro de Rugama es todo menos agraciado como para ser rifado. Fotos de la época lo demuestran de rasgos duros y hasta una implacable caricatura de Cas, seudónimo de Castillo.


Para contextualizar su artículo, Loaeza reproduce “un grabado de José Guadalupe Posada” pescado en la internet. Efectivamente es de la autoría de Posada y debió hacerla en 1902. Pero no es un “grabado” sino un “impreso fotomecánico”. En el Museo del Estanquillo, dentro de la exposición “México a través de las causas”, se exhibe una recreación del baile pedida por Monsiváis. Arriba de las figuras hay otra imagen del baile. La cédula dice que es una zincografía de Posada. Posada no firmó esa obra. Atribuírsela a él es demeritar a los otros dibujantes que estuvieron en el taller de Vanegas Arroyo.



N O T A S

1.- Véase mi texto y el video en: http://moralex-cine.blogspot.com/search/label/Canal%204

2.- http://es.wikipedia.org/wiki/Eduardo_Rugama

3.- http://miguelangelmoralex-comicos.blogspot.com/2010/03/chato-rugama.html