Tinta y acuarela, 15 x 10 centímetros
Esta madrugada escuché en Milenio 3 una entrevista con el autor de la novela El círculo de Juanelo (2002), donde Baltazar Almagro aborda la vida del sorprendente inventor milanés-español Juanelo Turriano (1500-1585). Ingeniero y relojero de la corte, autor de autómatas parlantes, de una ametralladora y de máquinas que volaban (al contrario de las de Leonardo), hizo en Toledo una máquina para que el agua subiera más de 70 metros del río Tajo al Alcázar.
Este insólito artefacto aparece en una pintura de El Greco.
El futuro muralista Diego Rivera, quien estuvo en Toledo en 1912, al parecer no se topó con el Artilugio de Toledo, ya que llenó sus pinturas con alegres aguadores y aguadoras que subían el agua hasta sus hogares, una vez de haber bailado alegremente.
Al parecer a mitad del siglo XIX había desaparecido la obra hidráulica de Juanelo, según un grabado de 1885.
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