El jueves 27 de diciembre mi sobrino David Uriel, a quien no veía desde hace muchos años, nos invitó a comer empanaditas (una especie de taquitos de canasta) con pozol. Nos llevó a la entrada de Chamulapa, rumbo a Tapachula, para probar esas delicias. Lamenté no llevar mi block de apuntes.
El viernes 23 fuimos al panteón de Huixtla para ver algunas tumbas. Me pidió que repintara las letras de dos cruces y que le pintara sobre una lámina el nombre de su Rancho San Juan. Al día siguiente fui a su casa. Me invitó a desayunar tamales de chipilín y me dio a aprobar el "armado" asado, como se le llama por acá al peje-lagasrto. Su dura carne sabe a bacalao.
El viernes 23 fuimos al panteón de Huixtla para ver algunas tumbas. Me pidió que repintara las letras de dos cruces y que le pintara sobre una lámina el nombre de su Rancho San Juan. Al día siguiente fui a su casa. Me invitó a desayunar tamales de chipilín y me dio a aprobar el "armado" asado, como se le llama por acá al peje-lagasrto. Su dura carne sabe a bacalao.
La lámina tenía pegada una calcomanía política, la cual tuve que desprender con la ayuda de mis sobrinos.
Fuimos a comprar esmalte blaco y amarillo para complementar los colores, en una tlapalería cercana. Mi sobrino me pidió que le pintara unas cañas porque las que le habían hecho no me había gustan.
Hice lo mejor que puede en casi dos horas.
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