En 1493 una desconocida y devastadora enfermedad de transmisión sexual, la sífilis, comenzó a propagarse en Europa como una pandemia mundial tan fulminante con el SIDA. En 1496 un grabador anónimo realiza El niño Cristo castiga a la humanidad con la sífilis, dándole poderes sobrenaturales al niño para lanzar la enfermedad con su palma izquierda a tres hombres (uno de ellos ya moribundo) y a una mujer, mientras que la virgen protege y corona a sus fieles monarcas.
A petición del médico y astrólogo Ulsenius, el alemán Alberto Durero realizó en 1507 la siguiente imagen publicitaria, donde está erróneamente identificado 1484 (año de la conjunción de Saturno y Júpiter) como el inicio de la peste genital. Véanse en su rostro, las manos y en las partes de las piernas las visibles y terribles bubas, primeros síntomas de las enfermedad.
Matías Grunewald comienza a pintar en 1512 el retablo de Isemheim. En el extremo inferior izquierdo, aparece un sifilítico víctima de la terrible y mortal enfermedad en una etapa mucho más avanzada que la que describe Durero. Este cuadro se exhibiría en una iglesia para atemorizar a los creyentes con estas imágenes infernales.
Hacia 1665 Rembrandt inicia las primeras pinceladas del retrato de Gérard de Lairesse, pintor y teórico del arte, quien sufría de sífilis congénita, con severas deformaciones en cara y en la carcomida mano derecha, la cual esconde ingeniosamente. De Lairesse murió ciego. Rembrandt dejó a un lado toda referencia religiosa para registrar la enfermedad en una forma realista.
El artista belga Félicen Rops realiza en 1892 su grabado "Muerte sifilítica", donde la muerte es una prostituta esperando a sus inocentes clientes en el quicio de su lóbrega habitación. Por esos años se tenía la idea que las propagadoras ideales de la enfermedad era este grupo de mujeres. Los doctores tenían de ellas sus estadísticas sifilíticas y gonorreícas pero olvidaban a sus alegres clientes, muchos de ellos literatos que consideraban un orgullo fallecer víctima de la "majestuosa sífilis".
El doctor español Abreu publicita, hacia 1900, su sanatorio en Barcelona. Es de notar que a diferencia de Rops, el ilustrador español realiza para tan terrible mal una idílica estampa regionalista con una mujer descocada y romántica. Posiblemente el anuncio estaba destinado a alguna revista prestigiada que llegaba a las familias catalanas y a que sólo podía curar la primera etapa de la enfermedad.
En 1907 Pablo Ruiz Picasso inaugura el arte moderno al pintar "Las señoritas de Avignon" (que exhibirá hasta 1916). Dos de sus "señoritas", en realidad prostitutas de la calle de Avinyó en Barcelona, las del lado derecho, sufren las consecuencias finales de de la sífilis. Compárense esos rostros con la prostituta-muerte de Felicien Rops. Las tres sufren mutilaciones faciales, aunque Picasso las relacionó con las esculturas africanas. Tan estaba presente en esta enorme tela la muerte sífilitica, que tuvo que eliminar la calavera que llevaba en la mano uno de los dos marineros que entraban al burdel.
En México no hay dibujos ni pinturas que plasmen a víctimas de la sífilis, cuando menos yo no he encontrado ninguno. En nuestras publicaciones de gran alcance hay muy escasos testimonios escritos e ilustraciones impresas que aparecen, sobre todo anuncios de doctores que prometen curar enfermedades "secretas".
El jueves 13 de enero de 1910 la compañía Paradossi-Consiglila estrenó en la ciudad de México Il marchese di Priola, de Henry Lavedan, sobre un libertino que termina sifilítico. La obra se habría estrenado en Francia en 1902. Cabe preguntarse cuántos mexicanos pudientes se identificaron con el marqués de Priola.
A mediados de ese año comienzan a aparecen en la revista verde Frivolidades anuncios relacionados con la sífilis que invaden hacia 1913 las páginas del periódico El Imparcial. En 1914 comienza a denominarse como "avería". Entre 1917 y 1919 el poeta zacatecano Ramón López Velarde, quien quizá vio Il marchese di Pirola, escribe artículos y poemas preocupado por las enfermedades sexuales. (Para en el número 70 de la revista alternativa Generación, presentada el 4 de septiembre de 2007, escribí un texto sobre este tema e hice la siguiente ilustración, utilizando un desnudo que la Compañía Industrial Fotográfica comercializó en 1923. La modelo da un flechazo venéreo al atribulado poeta).
En 1919 Pánfilo Zendejas comienza anunciar insistentemente en publicaciones periódicas su Específico Zendejas, supuesto remedio anti-sifilítico. Sus inserciones en la prensa mexicana llegan hasta mediados de los años 30. El poeta Renato Leduc menciona el específico en su poema "Prometeo" cuando dice "¡Oh prole innumerable de Pánfilo Zendejas!". La inserción de la derecha apareció en Revista de revistas en 1919 y, desafortunadamente, el dibujo no trae el crédito correspondiente.
El cine no se desentiende de los peligros de la sífilis. Mientras en la ciudad de México se proyecta el corto Falso pudor (1927), en España Fernando Delgado filma el largometraje La terrible lección (1927), la insólita cinta muda sobre las terribles consecuencias de las enfermedades venéreas, donde incluye partes documentales. En la película nacional Miente y serás feliz (1939), de Raphael J. Sevilla, quizá sea la primera cinta comercial donde se menciona en forma velada y chusca a la sífilis.
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