Conocí el estudio de Clausell hace muchos años. Posiblemente ví una ambientación como la que aparece en la imagen de arriba. Antes de llegar a su estudio, actualmente se ve en una parte del cubo de la escalera una ambientación con pinturas de la época, muebles, su escritorio y ejemplares del periódico que dirigió y del que era co-propietario El Demócrata (1893).
Después se sube por la escalera para entrar por una pequeña puerta que da acceso al enorme cuarto. Calculan que hay mil trescientas figuras que forman un mosaico de fantasía post-impresionista.
Al entrar al estudio llama la atención que Clausell pintara sus obras enmarcadas en rectángulos, dándole así gran importancia al formato. Sus superficies, pintadas al óleo y barnizadas bárbamente durante una "restauración", remiten a los muros de algunas iglesias, sobre todo aquellos en donde colocan ex votos o retablos. En esas paredes hay retratos (de familiares, de sí mismo y del presidente Plutarco Elías Calles), cristos crucificados, ángeles, animales (ratas, toros, caballos, leones), marinas, paisajes (de Xochimilco, Tlalpan, Popocatéptl e Iztaccíhuatl) seres mitológicos y pequeños (muy pocos) y discretos desnudos femeninos. Juan García Ponce escribió que el estudio era un "mapa del lúcido delirio a través del cual Clausell salía al encuentro con sus fantasmas" y Fernando Fernández que es "La Capilla Sixtina del Impresionismo Mexicano".
4 comentarios:
Curioso, interesante, conveniente. Joaquín Clusell. Tomo nota, tomo nota...
Y gracias a tí por estas investigaciones, Miguel Ángel
Rrose:
Muchas gracias por tu comentario.
Felicito a mi amigo por la
publicación de este artículo y por la investigación que realiza de diversos temas, sin duda Miguel Ángel Morales, no solo es el investigador más entusiasta que conozco, si no que también el más documentado.Su creatividad se demuestra además en sus cuadros, celebro, además que incorporara la cita de un gran artista García Ponce.
Muchas gracias por tu comentario, Angelo
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