Este teatro popular, situado atrás de Bellas Artes, abrió sus puertas en 1960, en el amplio terreno donde estuvo un circo y el Cervantes, un galerón construido de tablas y enorme lona. Como en el exitoso Cervates, el empresario Félix Cervantes supo combinar las estrellas del momento y los siempre albureros cómic@s. Cinco años después encabezaban su electo Dámaso Pérez Prado y la inquietante Tongogole, ambos captados por el foto-reportero Armando Salgado. Héctor Anaya retrató a Los Xochimilcas.
Seguramente lo conocí hacia fines de 1967, gracias a la invitación de mi tía paterna y su esposo con quienes fui, temeroso de que no me dejaran entrar por ser menor de edad. No recuerdo el elenco pero quedé deslumbrando por las coristas, con sus pequeñas tangas y bra, y un perfume que las envolvía: el aroma de varias tortas de huevo que salía de entre las butacas.
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