MURALISTAS EN SAN JUAN BAUTISTA

Para llegar a esta parroquia y al convento de Yecapixtla, comenzados a construir por orden de Hernán Cortés en 1535, tras ordenar una gran matanza de aztecas en 1521, es necesario traspasar las nubes con olor a carne asada, que salen de las parrillas de los restaurantes que venden la famosa cecina (a 140 el kilo) que le ha dado prestigio regional. El enorme atrio -en cuyo centro hay una cruz atrial- está cercado por un muro perimetral con almenas. Se puede acceder por la calle No Reeleción (a donde desemboca la carretera) o por la de Sufragio Efectivo.

En el claustro del ex convento agustino se encuentran pinturas murales con referencias religiosas. Destacan motivos vegetales (grutescos) en cenefas, frisos y en la bóveda de medio cañón. En paredes hay reproducciones de pinturas de Cristo y de mártires cristianos. Como era usual en el siglo XVI a los pintores no se les permitía firmar sus obras y era obligatorio hacer reproducciones de imágenes que la Iglesia autorizaba. A una celda, donde se ven a cuatro mártires, no se pueden acceder por instrucciones del  Instituto Nacional de Antropología e Historia y otras están cerradas.