martes, 2 de julio de 2019

MYRIAM Y FUCHS

Un día antes del accidente de su esposa, Raúl Barón Biza recibió una llamada anónima que dijo: "Ojalá tengas que ir a buscar a tu mujer y la traigas en un cajón con todos los huesos rotos". Al otro día, a las 9 de la mañana del miércoles 26 de agosto de 1931, falleció Myriam en un avionazo en Marayes en el semi-desierto estado de San Juan. Hora y media después apareció un misterioso fotógrafo que tomó varias gráficas. Hacia las dos arribó la policía. Aparentemente el mismo fotógrafo entregó las imágenes a La voz del interior, el periódico decano de Córdoba, a 600 kilómetros del accidente y tierra de Barón Biza. Las fotos aparecieron el lunes 31 con líneas del anónimo redactor donde recalcaba que las fotos fueron entregadas y no fueron captadas por sus reporteros gráficos. Myriam Stefford aparece con el rostro desfigurado, al igual que el alemán Ludwing F. Fuchs, regordete aviador de la Primer Guerra Mundial que iba a cargo del segundo Chingolo, así bautizado en honor a una ave regional. En la segunda fotografía impresa se ve la tenebrosa sombra del anónimo fotógrafo. La primera y la cuarta son la misma imagen, aunque una está invertida.
Ante las numerosas inconsistencias del accidente la historiadora aeronáutica Carina Villafañe Batica, con el apoyo del especialista Médici, supone que ambos fueron asesinados con balazos en sus rostros. Sus pesquisas e hipótesis originó la película Agosto final (2016).

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