Una vistosa aduana sirve de adorno y entrada a La Mesilla, de Huehuetenango. Los ideal es subirse (por cinco pesos) a una motocicleta colectiva para subir tres cuadras e ir descendiendo para ver lo que ofrecen las pocas tiendas abiertas, que venden ropa, tenis, camisetas, relojes, herramienta, baterías y un monda cáscaras de naranjas (que alguna vez alguien me comentó que había sido inventado por un yucateco).
Las "nevadas" Sarita, toda una cadena en este país, se sirven con refrescos a 18 quetzales o su equivalente a 26 pesos.
En un restaurante colocaron varios quetzales con leyendas debajo de los plásticos que cubren los manteles.
En una tienda compre un quetzal por dos pesos.
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