domingo, 20 de abril de 2014

CHEGUATÉ


Pasando las mojoneras oficiales indican que ya estamos en territorio del "cantón Cheguaté Tacaná San Marcos, aldea Chequín", como indica una placa colocada en una esquina, con toda la lista de personas que ayudaron a pavimentar la calle principal aunque olvidaron el año. Ni en su gemela Niquivil ni aquí hay funcionarios aduanales o hacendarios.Cheguaté es un pueblo depauperado que sobrevive del comercio. Llegamos a un gran estacionamiento de tierra pegado a la moderna tienda que vende celulares de todas marcas (los hay de dos chips). David, enterado de los precios, me comentó que están al mismo precio que los de la ciudad de México. Al igual que en La Mesilla aquí se reciben pesos e inmediatamente entra los servicios telefónicos de Guatemala. Una bolsa de palomitas cuestan 1 peso y no venden la cerveza Cabro. 
Las construcciones son modestas y viejísimas pero algunas están adornadas con figuras de animales, como venados, leones o tigres. Muchos guatemaltecos pasan por esta frontera para comprar gasolina para después revenderla allá. Por eso el letrero de que se vende gasolina por "malloreo". Un comerciante -quien conocía a Héctor- me deja tomar fotos a sillas de montar elaborada con piel y, tras promete que le conseguirá lo encargado, nos regala un jugo envasado de marca Maravillas del Fruto, en la tienda de enfrente.

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