En septiembre de 1982, después de la nacionalización de la banca, utilicé la ampliación de un dólar para identificar a los entonces denostados "sacadólares". En lugar de poner al presidente americano, dibujé a un compañero de espaldas, porque jamás se dieron a conocer los nombres de los "sacadólares". Justamente igual como ahora, que se prometieron los nombres de las empresas que atacaron al peso pero hasta hoy nadie las ha identificado.

La ilustración de abajo pertenece a un libro de Alfredo Jalife, editado en Buenos Aires.

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