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lunes, 26 de marzo de 2012

EL OBISPO EISENSTEIN


























Olivier Debroise dio a conocer en 2002 una foto fija de la malograda película ¡Qué viva México! (1931). La imagen corresponde a una secuencia anticlerical -jamás incorporada a las versiones editadas- filmada en noviembre de 1931, en las "terrazas de la Academia de San Carlos y la azotea del hotel Imperial". El mismo Sergei Eisenstein aparece disfrazado de obispo. Al identificar a los que acompañan al obispo señala a Salvador Novo (identificable por su peluca) pero me sorprende que no haya mencionado al doctor y poeta Elías Nandino, quien facilitó "los esqueletos de la Escuela de Medicina".


sábado, 27 de marzo de 2010

LOS 41, POSADA, RUGAMA

Este martes o miércoles llegó a mi manos el artículo “En el clóset: El baile de los 41”, que la periodista Guadalupe Loaeza publicó el 10 de enero del presente año en el suplemento El Ángel, del diario Reforma. Con motivo de las declaraciones homofóficas de Esteban Arce [1], la periodista evocó el baile homosexual que se celebró el 17 de noviembre del 1901 en una casa de la calle de La Paz, hoy Ezequiel Montes, por el rumbo del Monumento a la Revolución. Muchas líneas se apoyan en “Los 41 y la gran redada”, un texto de Carlos Monsiváis y una de sus variantes que ha publicado en diversas publicaciones y libros.


Loaeza identifica –siguiendo Monsiváis- al partícipe 42 como Ignacio de la Torre. Después se pregunta “quiénes más acudieron esa noche al baile de los 41”. Identifica a Antonio Adalid (descubierto por Salvador Novo en sus memorias La estatua de sal, publicada en forma póstuma en 1998), Jesús M. Rábago, Alejandro Redo de la Vega y “el Chato Rugama, un actor de teatro de revista”. Líneas más abajo apunta que este actor “tenía fama de ser ‘el lagartijo mejor vestido de México’ y que con los años fue considerado uno de los mejores imitadores de teatro”. Si uno acude al texto de Monsi se descubrirá que incluye a todos menos al Chato Rugama. ¿De dónde lo sacó Loaeza? De Wikipedia.

En la ya ahora indispensable Wikipedia [2] se transcriben líneas de la escueta ficha biográfica del actor cómico que aparece en e l Diccionario Porrúa. Pero se añade erróneamente que Cantinflas “pudo haber copiado su estilo”, lo cual no es cierto. Sin embargo, esta frase ha recorrido felizmente en internet. También se dice que fue amigo de De la Torre y fue un lagartijo. El Diccionario Porrúa desconoce su fecha de nacimiento pero Wikipedia asevera que el actor veracruzano nació en 1890. Es decir, tendría 11 años cuando se celebró el tan sonado baile. Entrevistado en 1920 Eduardo El Chato Rugama confesó que tenía 35 años, es decir, nació hacia 1885 [3]. En 1901 tendría 16 años de edad. ¿Pudo haber participado en el baile de los 41? Desde luego que no. El Popular y otros periódicos de la época no señalan que fueran encontrados menores de edad. Se habla de la rifa de un “Pepito”. El rostro de Rugama es todo menos agraciado como para ser rifado. Fotos de la época lo demuestran de rasgos duros y hasta una implacable caricatura de Cas, seudónimo de Castillo.


Para contextualizar su artículo, Loaeza reproduce “un grabado de José Guadalupe Posada” pescado en la internet. Efectivamente es de la autoría de Posada y debió hacerla en 1902. Pero no es un “grabado” sino un “impreso fotomecánico”. En el Museo del Estanquillo, dentro de la exposición “México a través de las causas”, se exhibe una recreación del baile pedida por Monsiváis. Arriba de las figuras hay otra imagen del baile. La cédula dice que es una zincografía de Posada. Posada no firmó esa obra. Atribuírsela a él es demeritar a los otros dibujantes que estuvieron en el taller de Vanegas Arroyo.



N O T A S

1.- Véase mi texto y el video en: http://moralex-cine.blogspot.com/search/label/Canal%204

2.- http://es.wikipedia.org/wiki/Eduardo_Rugama

3.- http://miguelangelmoralex-comicos.blogspot.com/2010/03/chato-rugama.html


sábado, 10 de octubre de 2009

LOS PARANOICOS

En tres salas de “La casa de Frida” hay 200 obras de este pintor texcocano nacido en 1898 y fallecido en 1964, desde la obra juvenil (sus espléndidos bocetos de 1918), diseños escenográficos y su irónica obra pictórica. En una página del museo se pueden observar varias de sus obras [1 y 2].

Ahí se encuentra “Los paranoicos, Los espiritufláuticos, Los megalómanos”, un óleo sobre madera que no está fechado. Como el resto de las demás obras, este pintura carece de medidas y, desgraciadamente, no hay un catálogo-libro. En esta obra Antonio Ruiz
El Corcito hace una despiadada crítica al grupo de escritores y pintores que se enorgullecían de su homosexualidad. Los acompañan, en sus andanzas de madrugada, dos mujeres y sin haber tenido relaciones sexuales, como lo indica ese pícaro balero.

En Los paranoicos son claramente identificables tres personajes: Salvador Novo, Xavier Villaurrutia (los dos poetas, dramaturgos y periodistas) y Roberto Montenegro (pintor, cineasta y muralista). En la exposición hay un boceto a lápiz al que lo identifican como “Javier [sic] Villaurrutia declamando”. Efectivamente en el apunte vemos al hombre amanerado, de traje y con unos prominentes pectorales, pero no se trata del poeta. Lamentablemente sus rasgos faciales, comenzando con su nariz, no corresponden a los de Xavier, ni a los que El Corcito plasmó en el óleo.
En su Figuras en el trópico (Océano, 1984), al comentar Los paranoicos, Olivier Debroise identificó a Lupe Marín, Salvador Novo, Roberto Montenegro, Xavier Villaurrutia, Manuel Rodríguez Lozano y Antonieta Rivas Mercado. Poniendo en orden a esos personajes de acuerdo a la pintura, de izquierda a derecha estarían: Antonieta Rivas Mercado, Manuel Rodríguez Lozano, Roberto Montenegro, Xavier Villaurrutia y Guadalupe Marín. Debroise no comenta el por qué llegó a esa conclusión. El personaje de la izquierda no es el pintor homosexual Manuel Rodríguez Lozano, ya era demasiado delgado. También se equivocó al identificar a Antonieta Rivas Mercado, quien se suicidó en febrero de 1931 en París. Quizá la incluyó porque estuvo enamorado de 1928 a 1930 del pintor homosexual Manuel Rodríguez Lozano.
Hace algunos días, Teresa del Conde comentó esta obra de El Corcito, donde
son perfectamente distinguibles Salvador Novo, Roberto Montenegro y Xavier Villaurrutia, es decir, tres integrantes de los Contemporáneos, acompañados del poeta Luis Cernuda.
Están flanqueados por dos supuestas mujeres, una gigantesca, ataviadas con pieles y joyas. El edificio que hace fondo a ese friso de personajes entrelazados ostenta dos fechas: 1810-1941, número éste referido al “baile de los homosexuales”, objeto de una redada porfiriana en 1901.
Las figuras en los extremos son hombres disfrazados, que los hubo en esa fiesta. La connotación burlesca o detractiva corresponde a que “41” es parte de la cultura popular alusiva a la homosexualidad, de aquí el amaneramiento de las poses y el travesti enorme, que se ha confundido erróneamente con Lupe Marín. [3]
Del Conde comente un error al identificar al primer hombre con el poeta Luis Cernuda, quien no ocultó sus preferencias homosexuales. Inclusive se estableció en la ciudad de México para sostener relaciones de 1951 a 1955 con el físico-culturista Salvador Alighieri, apodado El Chocolate, a quien conoció en el gimnasio Hércules de la calle de Tacuba. Sin embargo, por los datos biográficos que ofrece James Valender [4], no pudo ser Cernuda porque la primera vez que estuvo en México fue hasta 1949. En realidad ese personaje es el pintor Agustín Lazo.

La pintura Los paranoicos fue pintada en 1941 y no tiene nada que ver con los dibujos relacionados con el baile de 1901, aunque sí con el “41”, número identificado desde entonces con la homosexualidad masculina. Ese animado baile, ocurrido en noviembre de 1901, fue ilustrados en su momento por anónimos dibujantes para la imprenta de Antonio Vanegas Arroyo y al año siguiente por Posada (imagen de arriba). No hay nada indicativo que las dos mujeres que flanquean a los homosexuales sean travestis. La de la izquierda es María Asúnsolo y la otra Guadalupe Marín, acompañantes de andanzas eróticas de Novo y Villaurrutia.

“¿Por qué tan chiquito pintaba El Corcito, del 15 de agosto al 15 de noviembre de 2009. Museo Dolores Olmedo, avenida México número 5843, colonia La Noria, delegación Xochimilco. Muy próximo a la estación La Noria del Tren Ligero. N O T A S

-->1. Ana Mónica Rodríguez, “Mostrarán cómo El Corcito creó una vasta iconografía nacional”, periódico La Jornada, miércoles 12 de agosto de 2009. En: http://www.jornada.unam.mx/2009/08/12/index.php?section=cultura&article=a04n1cul
3. Teresa del Conde, “El Corzo en el Museo Dolores Olmedo/ I”, periódico La Jornada, martes 6 de octubre de 2009. También en: http://www.jornada.unam.mx/2009/10/06/index.php?section=cultura&article=a06a1cul
4.- “Luis Cernuda en México”, Letras Libres, agosto de 2003. Ahora en: http://www.letraslibres.com/index.php?art=8964

sábado, 1 de noviembre de 2008

SUPUESTO EX LIBRIS DE SIQUEIROS

En Cautivo: el mural argentino de Siqueiros (Buenos Aires: Libros del Zorzal, 2004), Álvaro Abós retrata a los protagonistas que encontró el muralista en Buenos Aires: Bebé Elizalde, Victoria Ocampo, Jorge Luis Borges, Pablo Neruda, Federico García Lorca y José Vasconcelos. No describe el ambiente comunista que privaba en el puerto, ni siquiera el pictórico, pero incluye inexplicablemente a Fernando Pessoa y se extiende en la presencia de Novo, quien llegó a Buenos Aires días antes de que fuera expulsado Siqueiros, pero no menciona sus aventuras homosexuales con marinos al lado de García Lorca. A Vasconcelos lo describe desde el punto de vista del muralista pero no buscó la versión del Ulises criollo.

Además del Ejercicio plástico, Abós señala que posiblemente Siqueiros hizo el ex libris de Natalio Botana donde aparecen un águila y una serpiente. 


Sin embargo tanto el águila (más norteamericana que mexicana) como la serpiente (de clara influencia egipcia) no están dentro del estilo del muralista mexicano, de enérgico trazos, de composición curvilínea y proclive a plasmar “monigotes”, como se jactarían sus opositores ideológicos argentinos.