lunes, 1 de diciembre de 2008

SCHAVELZON-SIQUEIROS



El arquitecto, historiador e investigador Daniel Schávelzon, con interesante blog y autor, entre otras obras (una dedicada al porfiriato mexicano) de El Ejercicio Plástico: el mural de Siqueiros en la Argentina (Buenos Aires: El Ateneo, 2003), me escribe desde Buenos Aires para informarme lo siguiente:

La compleja historia del mural de Siqueiros en la Argentina ha dejado de producir malestar y sufrimiento a los amantes del arte y la cultura. Una Comisión para el Rescate y Presentación Pública del Mural, creada por la Presidenta Kichner y apuntalada por el Presidente Calderón, logró lo que 16 años de abogados no podían: recuperarlo, restaurarlo y que el año que viene se exhiba. Un grupo de técnicos organizado por la licenciada Magdalena Faillace logró que los diferentes sectores se pongan de acuerdo de manera amistosa, primando el bien común, respetando los derechos de cada una de las partes y sin que el Estado se imponga con su poder. Gracias a eso fueron retirados los contenedores y trasladados a la misma Casa de Gobierno donde se construyó un taller de enormes dimensiones.

La Embajada de México trajo al país al maestro Serrano y cuatro colaboradores del INBA, y junto con el Taller Tarea local ya se comenzó a trabajar. El piso, que era propiedad privada nos fue prestado también incluso con la vieja puerta y hasta logramos gran cantidad de objetos que conforman su contexto. El año que viene estará en exhibición en un nuevo museo, bajo la Casa de Gobierno, que ya está en obra.

En buena medida esto se logró con la edición de un libro de gran porte, ilustrado a color con la fotografía antigua de A. Heinrich y las recientes de Aldo Sessa, más los diarios de la modelo que posó para el mural, la esposa de Siqueiros, la uruguaya Blanca Luz Brum. El libro tiene cientos de fotos y documentos inéditos que explican el motivo por el cual este polémico y politizado autor hizo una obra en contra de todos sus principios: privada, encerrada, interna, erótica y con sólo su mujer desnuda. Y aunque luego escribió tratando de justificar ideológicamente lo hecho, es imposible hacerlo; de resultas de ello quedó el mejor mural de su vida y sin duda una de las obras cumbres del arte de América.

Schávelzon también me remite la foto a color de Aldo Sessa y dos imágenes de su colección. El retrato de Siqueiros es, al parecer, desconocido en México.

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