Los diarios de hoy informan en primera plana que ayer martes en Xalapa, capital del estado de Veracruz, se autoinmoló el dirigente campesino Ramiro Guillén Tapia, frente al Palacio de Gobierno. Antes de prenderse fuego, según El Universal, manifestó: “Si quieren que dé mi vida para que nos hagan caso se las doy”. En La Jornada se lee que fue en protesta porque la Secretaría de la Reforma Agraria "no ha resuelto la disputa de 200 hectáreas que reclaman ejidatarios del municipio de Sotepan. Sus compañeros señalaron que el gobernador ha cancelado 107 audiencias sobre el caso". Ojalá el ígneo ejemplo de Guillén Tapia lo sigan los performanceros mexicanos, tan preocupados por simulaciones y teatralidades ridículas. El jueves 2 La Jornada anunció la muerte del líder veracruzano.
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