viernes, 6 de febrero de 2009

CICLORAMAS

Sin tanta espectacularidad como los panoramas o los dioramas, el pintor austríaco Johhan Michael Sattler (1786-1847) pintó toda la ciudad y los alrededores de Salzburgo (1825-1828), apoyado por el paisajista Friedrich Loos y Johann Schindler, diestro en representar figura humana, en un ciclorama que se encuentra a partir de 1870 en el Museo Carolino Augusteum. La obra (abajo, pulsar para verla mejor), de un gran realismo y precisión topográfica, mide 4.86 metros de altura y tiene una circunferencia de 25.81 metros.
Kossak Wojciech (1857-1942), apoyado por otros pintores polacos, plasmó el lienzo circular con la Batalla de Racławice (agosto de 1893-mayo de 1894, 15 x 114 metros) en la ciudad de Lwów. La enorme tela, adquirida en Bruselas, alude a la heroica y frustrada insurrección de campesinos contra el invasor ruso de 1794. Fue exhibida en 1894 en una rotonda de hierro diseñada por Ludwik Ramult. Bajo el régimen comunista el ciclorama fue olvidado para no herir susceptibilidades políticas y diplomáticas del país dominante. Finalmente fue restaurado y exhibido a partir de 1980 en la ciudad de Wroclaw. .

Aún no se documenta el interés de los cicloramas, dioramas o panoramas por David Alfaro Siquerios, el téorico del muralismo mexicano y frustrado magnicida. Mostró ese interés al decorar las paredes, piso y el techo abovedado del Ejercicio plástico (Buenos Aires, 1933). Las distorsiones que ve el espectador -según su colocación- las captó muy bien el fotógrafo argentino Aldo Sessa.
Este interés se hizo evidente con su monumental, desmesurada y demagógica obra titulada La Marcha de la Humanidad en la Tierra y hacia el Cosmos (1965-1969, esculto-pintura en metal, 2,400 metros cuadrados, más 6,300 de paneles exteriores). En el interior del denominado Polyforum en el entonces Hotel de México, actual Word Trade Center, es el espectador el que se mueve (al permanecer sentado en sillas colocadas en una plataforma giratoria), mientras la voz grabada del viejo muralista explica el mural, en un espectáculo de Luz y Sonido. Su propuesta móvil recuerda al artefacto que el novelista H. G. Wells y Robert Paul patentaron en 1895.

Inspirándose en el formato cilíndrico, el neoyorquino Sandford Wurmfeld presentó en julio de 2008 su E-Ciclorama en el Festival de Arte de Edimburgo, según Poblanerías en línea. Su monótona, minimalista y cromática instalación recuerda más a los redondeles de las plazas de toros que al complejo panorama de Barker. A decir del Times on line su obra la conforman 4 paneles de 27 metros de circunferencia.

No hay comentarios: