El martes 17 de julio de 1928, a las 14:20 horas, el dibujante, ilustrador y pintor José de León Toral, armado con una pistola española, asesinó de cinco balazos al presidente electo Álvaro Obregón en el restaurante de La Bombilla. Al conmemorarse el 80 aniversario, el historiador Héctor Aguilar Camín hizo una reconstrucción del crimen en la serie “La muerte del caudillo” aparecida en julio en el diario Milenio. En “La muerte del caudillo 2. El dibujante”, describe cómo Toral se aproximó y baleó por la espalda a Obregón. En su blog Sacatrapos Magú, Rictus y Tacho dieron su versión chusca reutilizando fotografías, además de incluir la serie de Aguilar Camín. En “El Caudillo no es asesinado. El obregonato, 1928-1968” (Letras Libres, octubre de 2008), José Emilio Pacheco lanza la hipótesis de que dos agentes de las Comisiones de Seguridad impidieron el asesinato, lo que provocó que Obregón gobernara el país durante 40 años.
Existe una pista que estremece. En El movimiento obrero y la política en México 1910-1929 (Era, 1976), Barry Carr señala en la página 249 que la autopsia del presidente electo indicaba 13 heridas con armas de fuego, mientras que quienes practicaron el embalsamiento contaron 19. ¿Quiénes más participaron en ese magnicidio? ¿por qué el juez nada más contó cinco disparos?
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