A mediados de los años veinte el Ayuntamiento de la ciudad de México planeaba instalar un ferrocarril subterráneo, para aliviar el tráfico de sus arterias. El sueño comenzaría a concretarse el 1 de junio de 1967, cuando se dio el primer "taladrazo" en la esquina oriente de Chapultepec y Bucarli. El jueves 4 de septiembre de 1969 el presidente Gustavo Díaz Ordaz inauguró la línea 1 del Metro, que entonces corría de las estaciones San Lázaro a Chapultepec. Ese día abordé el tranquilo, flamante y vació tren en Chapultepec y me abajé en Insurgentes. Durante la construcción de las líneas 1 y 2 y después de las otras el acuarelista Joaquín Martínez Navarrete dejó constancia de la parálisis en algunas calles y avenidas. En estos días se pueden ver una veintena de esas obras pintadas entre 1967 y años después.
Exposición en estación Salto del Agua,
en la conexión de las líneas 1 y 9.
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