El pintor español Santiago Carbonell pintó en su momento al presidente Ernesto Zedillo,
a Felipe Calderón.
y en abril de este año al entonces candidato Enrique Peña Nieto.
“El cuadro, en general, tiene una composición de líneas verticales y horizontales para enfatizar la idea de serenidad y permanencia. El dibujo se refuerza con la iluminación en claro-obscuro, destacando la luz sobre el rostro del personaje sobre grandes sombras que van cayendo y armonizando todo el cuadro. La figura principal destaca sobre el fondo obscuro mientras que la escultura se perfila sobre claro para lograr más diversidad tonal”.
Ante las numerosas y duras críticas y cuestionamientos tuvo que cerrar su cuenta la tarde del martes.
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