En 1969 pinté por primera vez este valle, desde un mirador que estuvo antes de entrar a La Pera, curva peligrosa de la autopista México-Cuernavaca. En 1990 lo utilicé para una tela grande.
El otrora valle transparente tiene ahora y siempre un velo de contaminación, que no deja ver ni los volcanes ni los cerros atrás del Tepozteco.
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Acuarela / papel, 10 x 15 centímetros. |
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