Hoy por fin conseguí un billete falso de 100. Se lo dieron a Santos una de estas noches por una de sus hojas deshidratadas pintadas al óleo. Es casi igual a uno verdadero salvo que no tiene la marca de agua de Cuauhtémoc y mide de largo menos de un centímetro. Al pasarle la pluma contra falsificaciones en una esquina impregnó de tinta amarilla esa parte.
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