Una enorme tela, donde se ve a un maletilla próximo a dar unos capotazos en el campo, se ubica en el centro de este restaurante.Otra pintura de grandes dimensiones, desde luego que con ambiente taurino, está arriba de la contra-barra. "Cuadros naif", los definió el arquitecto Jorge Legorreta, quien no era diestro ni en pintura ni en crónica urbana. Llaman la atención las numerosas vitrinas donde hay maniquíes con traje de luces, algunos mal colocados.
Por la estrecha entrada se ubican cinco pinturas. Tres en el muro poniente y otros tres del lado oriente, pintadas con ocre y negro. La primer tela del lado oriente al parecer sufrió humedad porque fue cortado.
Dicen que por estas mesas han visto al escritor Guillermo Fadanelli con su cauda de incondicionales. En el pasillo de entrada hay curiosos azulejos que ilustran dichos, frases o sentencias, graciosamente ilustrados.
Calle Venustiano Carranza número 49-B,
entre Bolívar e Isabel La Católica,
Centro Histórico de la ciudad de México.
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