domingo, 16 de marzo de 2014

GRAN CABARET LA DOLCE VITTA


El escenógrafo Ramón Rodríguez Granada no se esforzó mucho para construir este supuesto cabaret guatemalteco para la película Paloma herida (1962), que dirigió Emilio Indio Fernández. 
El nombre de antro es un obvia burla a la película La Dolce Vita (1960) del gran Federico Fellini. 

La mayoría de los personajes de la cinta son 
ridículos, empezando por el explotador y lenón Danilo Zeta (el mismo Fernández), las prostitutas masca-chicle 
bailadoras de twist 
y el trovador maya 
que interpreta el 
compositor mexicano Cuco Sánchez. Es increíble que Juan Rulfo haya adaptado el argumento de Fernández. 

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