2010), le comentó a Ricardo Morales López si ya había advertido que J. Guadalupe Posada (1852-1913) era masón.
- A ver dígame - le dijo Pérez Escamilla- por qué Diego Rivera pintó a Posada en su mural del Hotel del Prado con bombín si en las dos únicas fotografías conocidas de Posada no lo lleva puesto.
- ¿Y qué eso qué tiene que ver? ¿Era común usarlo en esa época, no?
- Si, pero recuerde, el bombín lo usaban los masones como distintivo. ¿Cómo sabía Diego Rivera que Posada había sido masón? Pues porque él también lo fue.
Con la orientación Carlos Licona Padilla y con el apoyo de Carlos Ramos, Morales López se enteró de los secretos archivos de la Logia Tolteca a la que perteneció el mini-empresario Guadalupe Posada de 1907 a 1909. Por esos años vivía en el Cuadrante de Santa Catarina (hoy República de Nicaragua) número 14,
La minuciosa, erudita y larga investigación de Ricardo Morales López sobre Posada y la Logia Tolteca la dio a conocer en el texto "Tres el cuadrado de tres: tiempo de trabajo ", que presentó el jueves 16 de agosto del 2012 en Lima,
Perú, en el VIII Congreso Internacional de Literatura, Memoria e Imaginación de Latinoamérica y el Caribe. Este evento lo organizó, entre otros, el CIALC (Centro de Investigaciones de América Latina y el Caribe, UNAM) y la Pontificia Universidad Católica del Perú y el Instituto Riva-Agüero.
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