Originario y vecino de Tlaquepaque, Pantaleón
Panduro Martínez (1847-1909) alcanzó la fama con sus reproducciones en barro de personajes típicos del porfiriato (el charro, el borrachito, el rural, toreros, cirqueros) y haciendo bustos realistas del cura Hidalgo, Benito Juárez, Ignacio Zaragoza y, desde luego, Porfirio Díaz.
Se ha dicho que en 1886 pudo haber ganado un premio en la Exposición Universal celebrada en Nueva Orleans. El Diario de Jalisco informa que en 1888 realizará un busto del periodista norteamericano E. H. Talbott. En 1894 estaba él o su hijo en la ciudad de México. Ocupaba cuatro enormes cuartos dentro de la gran y pretigiosa Fundición Artística Mexicana (muy cerca de la avenida Reforma y Antonio Caso), del afamado, bohemio y brillante empresario Jesús F. Conteras. De esta empresa era socio nada menos que Porfirio Díaz.
Desde noviembre de 1997, dentro la Capilla del Centro Cultural El Refugio se encuentra el Museo Municipal del Premio Nacional de la Cerámica Pantaleón Panduro (Prisciliano Sánchez número 191), que lamentablemente sólo posee una pieza de este gran alfafero. Me dice Alejandro Contreras que a "este museo de Tlaquepaque sólo le interesa la cerámica del momento y sus premios nacionales. Una sala enorme -donde fue la capilla- exhiben las obras ganadoras y sus certificados firmados por los presidentes de México en turno".
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